Después de haber sido una joven muy
interesada por mantenerse en forma practicando cinco días de la semana gimnasia
en el coliseo el Salitre, me pasé al enquilosamiento y sedentarismo a mis 56
años de edad, decisión para nada conveniente, y mucho menos saludable.
Mucho más cuando observo a mi esposo e
hija apasionarse cada vez más por la práctica del Ciclo montañismo, deporte que
los ha convertido en verdaderos cómplices y amigos.
Retomé la actividad deportiva meses
atrás, y la verdad me dio muy duro, pues mis músculos estaban tan tensos y mis
huesos crujían cada vez que realizaba un ejercicio.
Con nostalgia comentaba con mis
acompañantes de ejercicio, lo flexible que fui, en mis años juveniles y notaba
la dificultad que tenía al intentar tocar mis pies con los dedos de mis manos
sin doblar las rodillas!
Esto fue el detonante para convencerme
que por ninguna razón o circunstancia debemos abandonarnos a la práctica
deportiva, pues nos brinda una mejor y
mayor calidad de vida
María
Claudia Rosé
Nací hace 62 años. Soy Comunicador
Social de la Universal los Libertadores y Administrador Público de la Escuela
Superior de Administración Publica, ESAP. La mayor parte de mi vida transcurrió
en Mosquera, Cundinamarca, municipio ubicado a 20 kilómetros de Bogotá, en
donde mi padre fue el director escolar hasta el momento de su obtener su
pensión de jubilación como funcionario dependiente de la Secretaría de
Educación de Cundinamarca.
El Coliseo de Deportes de Mosquera lleva
el nombre de mi padre “COLISEO DE DEPORTES LUCIO AMORTEGUI”, en
reconocimiento a su ardua labor en pro del deporte en ese municipio.
Con ese ejemplo y con el apoyo de mi
papa me destaque desde muy pequeño por la práctica de varios deportes. Por ese
tiempo existían las llamadas olimpiadas municipales en donde se competía para integrar los equipos
de los diferentes deportes que llevarían la representación del municipio a los
juegos a nivel departamental y de estas
olimpiadas departamentales salían los seleccionados para participar en los
juegos nacionales y de allí lógicamente, se seleccionaba a los deportistas que
representarían a Colombia en diferentes disciplinas. Futbol, basquetbol,
volibol, atletismo, ciclismo, natación, tenis, ajedrez, en fin prácticamente
todos los deportes.
Me destaque por practicar varios deportes a la vez y lleve la
representación del municipio en ajedrez, tenis de mesa, básquet y volibol. De
la misma manera integre la selección juvenil de básquet y participe en dos campeonatos
nacionales y en una copa Colombia que se jugó en San Andrés.
Como funcionario del Departamento de
Cundinamarca, específicamente de la Lotería de Cundinamarca tuve la oportunidad
de ser campeón de bolos de los juegos inter entidades de la Gobernación de Cundinamarca,
en estos juegos también conforme el equipo de basquetbol.
Por lo años de 1978, 1979 y 1980 me dedique a práctica del motocross, pero desafortunadamente tuve un accidente que me lesiono una rodilla y por prescripción médica tuve que abandonar de por vida la práctica del basquetbol, situación que fue muy dolorosa pues ese deporte era el que mayor satisfacciones me había brindado.
Siempre fui admirador y seguidor del
ciclismo pero realmente no había pensado en practicarlo. Al abandonar el
basquetbol y al no poder ni siquiera trotar cortas distancia me enfoque en el
ciclismo y a los 30 años de edad me dedique a su práctica. Inicialmente en
ruta. Fueron muchas las carreras en que participé a nivel competitivo y fue
mucha la dedicación y la fiebre que me dio por la práctica de este bello
deporte.
Hoy en día sigo practicando el
ciclismo pero ya no en ruta sino en ciclo montañismo. Tengo la gran alegría de
compartir, desde hace varios años, esta actividad con mi hija Verónica, quien
sin exagerar es una “dura” para el atletismo y para el ciclo montañismo.
Verónica ha participado en varias maratones, lo mismo que en diferentes competencias
de ciclo montañismo. Me siento muy orgullosa de ella pues siempre la va bien.
El ciclismo ha sido un puente de
comunicación muy linda entre hija y padre, pues son muchas las travesías que
hacemos y muchas las vivencias y recuerdos lindos que tenemos por “culpa del
ciclismo”. Las travesías y competencias que participamos son un medio excelente
de integración familiar, pues mi esposa y mi otro hijo y algunos otros miembros
de la familia nos acompañan.
Cuando practicaba el ciclismo de ruta
fui presidente del Club de Ciclismo los Andes,
de eso hace mucho tiempo pero hoy tenemos la fortuna de pertenecer a
Bicibiela , un grupo de nuevos amigos
que tenemos diferentes profesiones y ocupaciones pero que semanalmente nos
reunimos para la práctica del ciclismo y también para compartir experiencias.
A mis 62 años me siento pleno. El
poder practicar este de porte me da calidad de vida y me mantiene vigente y con
buen estado físico, según el parte médico permanezco en excelentes condiciones
físicas y con muchas ganas de seguir dando pedal por muchos años y mientras
Dios me lo permita.
.NESTOR RAUL AMORTEGUI BEJARANO